Agua, césped y ciudad
Estimación de la demanda hídrica para un uso responsable del agua para riego. Los casos de Santiago, Coquimbo, Rancagua y Talca
Estimación de la demanda hídrica para un uso responsable del agua para riego. Los casos de Santiago, Coquimbo, Rancagua y Talca
Ante la crisis hídrica que atraviesa Chile debido, principalmente, a los efectos del cambio climático, el Centro de Estudios de Ciudad y Territorio del MINVU identificó la necesidad de determinar la demanda de agua para la mantención de césped con el objetivo de, en primer lugar, advertir sobre el alto requerimiento hídrico de estos espacios que estresan aún más la crisis y, en segundo lugar, concientizar sobre la necesidad urgente de transitar hacia un uso responsable del agua y adoptar una política de uso sostenible del agua en los parques del MINVU.
El estudio se centra en la problemática de la demanda hídrica para la mantención del césped en áreas urbanas afectadas por la megasequía. Se seleccionaron la conurbación Coquimbo – La Serena y las ciudades de Santiago, Rancagua y Talca, centros urbanos ubicados en zonas en las que la crisis hídrica se expresa con particular agudez.
El estudio permitió evaluar con cifras concretas el impacto de la mantención de las áreas verdes compuestas por césped mediante el análisis de tres variables: la superficie de césped, la demanda hídrica para la mantención de césped y la distribución entre espacios públicos y privados.
Chile se enfrenta a una crisis hídrica sin precedentes, producto del aumento del consumo de agua dulce y una baja en su disponibilidad, explicada fundamentalmente por el cambio climático. Los escenarios proyectados a 2040 pronostican que Chile se encontrará en una situación de estrés hídrico extremadamente alto. Esto se traduce en altas temperaturas y la disminución de las precipitaciones en casi todo el territorio nacional, lo que agudizará la escasez de agua. La megasequía que afecta la zona central de Chile es considerada uno de los efectos más severos que el cambio ha tenido en nuestro territorio. Se habla de “megasequía” porque la temporada de sequía se ha extendido por más de 10 años y ha afectado a ocho de las dieciséis regiones del país (desde la Región de Coquimbo a La Araucanía).
En este contexto, se ha identificado una creciente demanda hídrica para la mantención de bienes y servicios urbanos, como la irrigación de áreas verdes, tanto privadas como las compuestas por parques y plazas públicas. Esta última infraestructura verde es clave en la mitigación de los efectos del cambio climático al proveer una serie de beneficios ecosistémicos para las ciudades. Sin embargo, se ha cuestionado el alto costo asociado al riego del césped debido a que no es sustentable en el largo plazo.
Finalmente, el acceso equitativo a espacios verdes, en este caso, el césped, es fundamental para una buena calidad de vida en la ciudad. Es aquí donde surge el concepto de justicia ambiental para facilitar el acceso a estos espacios y así desarrollen políticas públicas ambientales, sociales y económicamente sustentables
El estudio consideró cuatro etapas de análisis. La primera, fue la obtención de las imágenes satelitales. La segunda, se identificó la superficie del césped. En la tercera, se determinó el consumo hídrico por el césped y, en la cuarta, se evaluaron los resultados.
Las ciudades corresponden a la conurbación La Serena-Coquimbo, el Gran Santiago, Rancagua-Machalí y Talca-Culenar, dado que:
Los resultados de este estudio se sintetizan en tres indicadores : la superficie de césped, su distribución entre espacios públicos y privados, y la estimación del consumo de agua asociado a la mantención de dichas superficies. Esto permitió caracterizar el fenómeno y reconocer los patrones existentes.
Santiago posee la mayor cantidad de superficie de césped, tiende a concentrarse en los sectores periféricos del área urbano.
La conurbación de Coquimbo - La Serena, tiende a concentrar el césped en el sector costero.
Mientras que la ciudad de Rancagua es la que posee la menor superficie, principalmente en espacios públicos. Esta ultima posee una superficie similar a la ciudad de Talca.
Un 86,9% de la superficie de césped es privada, mientras que un 13,05 % de superficie pública.
Las comunas de Vitacura, Lo Barnechea y Las Condes lideran el consumo de agua para la mantención de césped.
Posteriormente en la conurbación de Coquimbo - La Serena, concentra los principales consumos en los sectores residenciales ubicados en torno al borde costero.
Mientras que Rancagua y Talca, poseen un consumo hídrico similar en cuanto al uso del agua. Estos principalmente asociados a espacios públicos o en forma de parcelas rurales.
Centro de Estudios de Ciudad y Territorio del MINVU, 2023.
Centro de Estudios de Ciudad y Territorio del MINVU, 2023.
La Política Nacional de Parques Urbanos establece la necesidad de transitar hacia una matriz de agua que incorpore distintos tipos de fuentes de riego, ya que más del 50% de los parques a nivel nacional son irrigados con agua potable. Además, plantea que los parques sean una oportunidad para generar grandes espacios de absorción, conducción y retención de aguas lluvias, evitando a su vez que se produzcan fenómenos de inundación urbana (parques urbanos inundables). La política está disponible en el siguiente enlace: Documento
Por otra parte, el MINVU ha impulsado un recambio de especies de menor consumo en sus quehaceres de diseño y mantención de los parques urbanos, en los estándares de los nuevos conjuntos habitacionales que le atañen y en los programas de mejoramiento de barrios. Una de las iniciativas es "Áreas Verdes Inteligentes", la que puedes revisar desde el siguiente enlace .
A partir de los antecedentes obtenidos, es posible concluir que actualmente existe una desigual distribución del césped que se concentra, por lo general, en sectores habitados por población de altos ingresos. Esto hace necesario evaluar su uso y adecuar su consumo de acuerdo con la disponibilidad del recurso.
Este documento sitúa al césped como una especie que presenta una valoración crítica. Por un lado, tiene un alto consumo hídrico que es conflictivo en zonas situadas en territorios que enfrentan fenómenos como la megasequía y por otro, se asocia con diversos servicios ecosistémicos que le dan una alta valoración y utilización paisajística que puede ser sustituido por especies adecuadas y que requieran menor consumo de agua.
El césped es una especie que, dadas las características bioclimáticas de la zona central de Chile, no está acorde con la disponibilidad actual de agua del país, incurriendo en altos costos económicos y ambientales, por lo que urge incluir el enfoque de “justicia ambiental”, es decir, a la distribución equitativa de los bienes naturales y el acceso a ellos.
En primer lugar, es imprescindible ante el escenario hídrico actual avanzar hacia un cambio cultural en relación con el césped. El primer paso consiste en la concientización de la población en el cuidado del agua y vínculo que esto tiene con las áreas verdes, así como, la elección de especies que se adapten a condiciones de menor riego.
Reemplazar el césped por especies que se adapten de mejor manera al contexto de sequía, que requieran un bajo consumo de agua y la capacidad de adaptación al clima donde se localicen, entre otras diversas medidas que pueden aportar a hacer un uso más eficiente y responsable del agua.