Conservación en Acción: Salvaguardando los Ecosistemas

Datos en Acción: Empoderando a la Asociación Guardianes del Bosque con Conocimiento y Tecnología para la Protección de Ecosistemas

Mapa de ubicación y delimitación de la región de Gandoca-Manzanillo y Sixaola - Fuente: Museo Nacional Costa Rica

Los ecosistemas acuáticos de Punta Uva, en el Caribe Sur de Costa Rica, están bajo amenaza debido a actividades humanas como la deforestación y construcciones no planificadas. La Asociación Guardianes del Bosque, en colaboración con organizaciones locales, monitorea los ríos, manglares y bosques, esenciales para la biodiversidad y el equilibrio ambiental de la región.

La Asociación, ubicada en Puerto Viejo de Talamanca, es una de las principales organizaciones dedicadas a la protección de la biodiversidad y se enfoca en la protección de los bosques, que son ecosistemas clave en la conservación de la biodiversidad. Estos ecosistemas no solo actúan como barreras naturales y filtros de contaminantes, sino que también proporcionan hábitats cruciales para diversas especies marinas y terrestres.

Sin embargo, el impacto de las actividades humanas, como algunas construcciones, está afectando negativamente el cauce de los ríos y deteriorando la calidad del agua, lo que pone en peligro la salud de los ecosistemas marinos costeros y compromete la función vital de los manglares en la región.

El presente proyecto fue ejecutado por  Costa Rica Flying Labs  como parte del programa "Turning Data Into Action" de  WeRobotics . Costa Rica Flying Labs tiene como objetivo: "Democratizar la tecnología de drones, asegurando que se convierta en una herramienta para fomentar la igualdad de oportunidades e impulsar la innovación en las comunidades de Costa Rica. Busca capacitar a estas comunidades para que desarrollen soluciones innovadoras adaptadas a sus necesidades específicas, poniendo un énfasis especial en establecer una base sólida para la adquisición, procesamiento y análisis de información de alta calidad."

El programa "Turning Data Into Action" destaca el poder transformador de los datos, cuyo potencial para revolucionar la toma de decisiones, impulsar la innovación y definir estrategias nunca ha sido más evidente. Los objetivos del programa se enfocan en maximizar la efectividad e impacto de los datos obtenidos por drones de Flying Labs, promoviendo decisiones sostenibles e informadas. Además, el programa busca fortalecer la confianza de los actores clave en la interpretación y aplicación de estos datos, fomentando una mayor credibilidad y fiabilidad en su uso

AREA DE ESTUDIO

Este proyecto se desarrollo entre el Corredor Biológico de Talamanca y el Área de Conservación Gandoca Manzanillo.

El Corredor Biológico Talamanca conecta la Cordillera de Talamanca con la costa caribeña, enlazando áreas protegidas como el Parque Internacional La Amistad y la Reserva Gandoca-Manzanillo. Esta conectividad es crucial para facilitar el movimiento de especies, especialmente de grandes mamíferos como  Panthera onca  (Jaguar) ,  Puma concolor  (Puma) y  Tapirus bairdii  (Tapir centroamericano), que contribuyen a la dispersión de semillas y favorecen las dinámicas naturales del bosque. Esto ayuda a mitigar el riesgo de aislamiento poblacional provocado por la fragmentación de los bosques. Además, la zona de estudio se caracteriza por sus bosques siempre verdes y sus manglares, que juegan un papel esencial en el equilibrio ecológico de la región.

En particular, los manglares del Caribe de Costa Rica abarcan solo el 1% de estos ecosistemas en el país, mientras que el 99% se localiza en la costa del Pacífico. A pesar de su menor extensión, los manglares del Caribe, específicamente en Gandoca-Manzanillo, son fundamentales para la protección costera. En Costa Rica, habitan siete especies de mangles, como el mangle rojo (Rhizophora mangle) y el mangle salado (Avicennia germinans), adaptadas a la zona intermareal, que juegan un papel clave en el equilibrio de estos ecosistemas costeros  (Diego Aguilar, 2019) .

Esta área de conservación es uno de los sitios más relevantes del Caribe costarricense para la anidación de tortugas marinas, especialmente Dermochelys coriacea (tortuga baula), Chelonia mydas (tortuga verde) y Eretmochelys imbricata (tortuga carey), todas ellas incluidas en categorías de amenaza según la UICN. El bosque tropical y los manglares de la región también albergan una notable diversidad de fauna, como Trichechus manatus (manatí del Caribe), una especie que se encuentra en peligro crítico.

Imagen Aérea de Playa Cocles -  @Hanzel León 

Ateles geoffroyi -  @Hanzel León 

Alouatta palliata -  @Hanzel León 

Powered by Esri

Zonas de vida

El área de estudio esta compuesta en mayor proporción por bosques siempre verdes estacionales en zonas anegadas y bosques siempre verdes estacional de tierras elevadas del Caribe Sur. Estos ecosistemas, descritos por  (Nelson Zamora, 2008)  en su clasificación de unidades fitogeográficas de Costa Rica, son fundamentales para reconocer como estos ecosistemas contribuyen con la regulación climática, la conservación del agua y la protección del suelo.

Dipterix panamensis y su relación con Ara ambiguus

El Dipteryx panamensis (almendro de montaña) es un árbol tropical nativo de Costa Rica, clave para la biodiversidad de los bosques húmedos de tierras bajas. Este árbol puede alcanzar hasta 50 metros de altura y se encuentra en los bosques siempreverdes estacionales del sur del Caribe costarricense. Su fruto, una drupa leñosa rica en nutrientes, es esencial para la alimentación de especies como la Ara ambiguus (lapa verde), que depende casi exclusivamente de él. Además de su importancia ecológica, el almendro es valorado por su madera extremadamente dura y resistente, lo que ha llevado a su explotación intensiva. Catalogado como "Vulnerable" por la UICN, el Dipteryx panamensis enfrenta amenazas como la deforestación y la expansión agrícola, lo que pone en riesgo no solo a la especie, sino también a la fauna que depende de sus frutos y su hábitat. La conservación de este árbol es crítica para la supervivencia de la Ara ambiguus y otras especies que habitan estos ecosistemas, ya que la perturbación de su entorno compromete tanto la salud de los bosques como la biodiversidad que sustenta.

Proyectos como  Ara Manzanillo  han reintroducido aproximadamente 60 individuos de lapa verde, incrementando la población nacional en un 17% y la mundial en un 4%. La lapa verde está clasificada como especie en peligro de extinción según la CITES (Apéndice I). En 2009, se estimaba una población mundial de solo 1,500 individuos, con alrededor de 350 en Costa Rica (Monge, 2010). 

Powered by Esri

MICROCUENCA RIO ERNESTO

La subcuenca hidrográfica de Gandoca-Manzanillo, que incluye la microcuenca del río Ernesto, es un área geográfica donde todas las aguas de lluvias y nacientes se concentran y fluyen hacia quebradas y ríos, formando una red hídrica esencial para los ecosistemas de la región y las comunidades locales. Estas redes de agua son cruciales no solo para flora y fauna, sino también para las personas que dependen del agua para consumo doméstico, agricultura. La calidad y disponibilidad del agua en esta cuenca son fundamentales para la salud de los ecosistemas y la sostenibilidad de los medios de vida.

La microcuenca del río Ernesto está ubicada dentro del Corredor Biológico Talamanca Caribe, una zona estratégica que facilita la conectividad ecológica entre áreas protegidas y territorios indígenas. Este corredor permite el movimiento de especies, como jaguares y tapires, y ayuda a mantener la biodiversidad y los procesos ecológicos en la región. No obstante, la microcuenca enfrenta diversas amenazas derivadas de actividades humanas como la deforestación, la expansión agrícola y el desarrollo de infraestructura.

A pesar de estos desafíos, la microcuenca del río Ernesto ha sido foco de proyectos comunitarios de conservación y restauración que buscan proteger los recursos hídricos y preservar la biodiversidad local. La participación de las comunidades y organizaciones conservacionistas es clave para mitigar estos impactos y asegurar que los ecosistemas y el suministro de agua sigan siendo sostenibles a largo plazo. Este esfuerzo colectivo es esencial para proteger la microcuenca y los servicios ambientales que brinda, no solo a las especies que dependen de ella, sino también a las personas que habitan y trabajan en la región.

Ara macao -  @Hanzel León 

Ramphastos ambiguus -  @Hanzel León 

Powered by Esri

Al inicio del proyecto, se realizó un análisis temporal utilizando un video de tipo time-lapse con imágenes satelitales desde 1984 hasta 2022 para definir con mayor precisión el área de estudio. Sin embargo, la visualización de este video no permite una evaluación detallada de la pérdida de cobertura forestal ocurrida en la región durante este período.

Time-lapse de imágenes de satélite desde 1984 - 2022

Como resultado, se optó por llevar a cabo un análisis de la altura del dosel arbóreo utilizando imágenes satelitales para visualizar los cambios entre el año 2000 y el 2020 en la Cuenca del Río Ernesto. En las imágenes presentadas a continuación, los colores amarillos y naranjas indican áreas con una disminución en la altura del dosel arbóreo.

En la zona central de la cuenca se observa un incremento significativo en la pérdida de altura de los árboles en sitios puntuales, lo que ha motivado la concentración de nuestros esfuerzos en la captura de imágenes con drones en esta área, así como en el manglar de la playa Punta Uva.

Altura bosque año 2000 (izquierda) versus altura bosque año 2020 (derecha)

Esta imagen fue capturada a 150 metros de altura en la fecha del proyecto. Se puede observar claramente que la deforestación continúa siendo un problema en la zona, afectando negativamente a biodiversidad local.

Video de uno de los vuelos realizados en la zona de interés.

Se llevaron a cabo dos giras de campo en la zona de estudio para realizar seis vuelos en el área del manglar de Punta Uva y la zona central de la cuenca. Se cubrió un área aproximada de 150 hectáreas utilizando una cámara RGB de alta definición (20 MP) con una resolución espacial de 3 cm/píxel o mejor. Los vuelos se ejecutaron empleando la funcionalidad de seguimiento de terreno debido a la topografía accidentada de la región, caracterizada por montañas y bosque tropical denso.

En este mapa se visualizan las pequeñas viviendas construidas en los lotes marcados en color rojo. Aunque no todos los lotes presentan construcciones, es importante destacar que estas 40 hectáreas han sido fraccionadas en lotes de 5,000 m² con el objetivo de desarrollar un proyecto urbanístico. Si este proyecto se lleva a cabo, podría generar una alta fragmentación del bosque, lo que afectaría gravemente el desplazamiento de las especies de fauna. La fragmentación no solo crea barreras físicas, sino que también intensifica los efectos de la teoría de borde, donde los ecosistemas naturales son expuestos a condiciones externas que alteran su estructura interna, como cambios en la temperatura, humedad y mayor exposición a depredadores. Además, esta fragmentación reduce el intercambio genético entre poblaciones de especies, aumentando el riesgo de aislamiento de individuos y reduciendo la diversidad genética, lo que podría llevar a una disminución de la biodiversidad en futuras generaciones. En consecuencia, el ecosistema perdería resiliencia, afectando la salud y sostenibilidad de las especies locales..

Para mitigar los efectos negativos de la fragmentación del bosque, es fundamental que cualquier desarrollo urbanístico en esta área se planifique con un enfoque integrado, que priorice la conservación de la cobertura forestal y los corredores biológicos. La alteración del bosque no solo amenaza la fauna local al restringir sus movimientos y el intercambio genético, sino que también genera un desequilibrio ecológico que puede extenderse a otros ecosistemas conectados, como el manglar de Punta Uva. Este manglar, vital para la protección costera y la biodiversidad marina, depende de la estabilidad y salud de los bosques circundantes. Por lo tanto, es esencial adoptar prácticas de desarrollo sostenible que incorporen la creación de zonas de amortiguamiento, la preservación de áreas críticas y la restauración de hábitats fragmentados. De este modo, se puede minimizar el impacto ambiental a largo plazo, promoviendo un equilibrio entre el crecimiento urbano y la integridad ecológica, garantizando la supervivencia de especies clave y la resiliencia del paisaje.

Vista de las diversas especies de arboles que se encuentran en este lugar.

Las quebradas en esta región no son caudalosos; durante la época seca, se reducen a pequeñas corrientes de agua que fluyen hacia el manglar. Por esta razón, es fundamental evitar cualquier alteración o modificación de estos cuerpos de agua, ya que su integridad es crucial para mantener los procesos ecológicos que sustentan el manglar.

Los mapas generados a partir de imágenes capturadas por drones proporcionan información actualizada y de alta resolución que permite a la Asociación Guardianes del Bosque tomar decisiones informadas para la conservación de la biodiversidad. Esta información es crucial para coordinar acciones de manejo con otros actores clave en la región, asegurando un enfoque colaborativo en la protección y gestión de los recursos naturales.

Consideramos que el desarrollo socioeconómico sostenible, centrado en la protección de los ecosistemas y en armonía con el paisaje, es posible si se dispone de la información adecuada para una planificación integral. Este enfoque debe incluir la evaluación por parte de todos los actores claves y la integración de criterios ambientales, sociales y económicos para asegurar un equilibrio entre el desarrollo y la conservación.

El Caribe sur de Costa Rica es reconocida como un hotspot de biodiversidad. En esta región se pueden encontrar especies emblemáticas como el Odocoileus virginianus (venado cola blanca), uno de los símbolos nacionales de Costa Rica. Además, alberga especies de aves como el Ramphastos swainsonii (tucán pico castaño), fundamentales para la dispersión de frutos, lo que favorece la regeneración y dinámica de los bosques. Estos animales también son esenciales para el turismo de observación de aves, una actividad importante para las comunidades locales. Además, se pueden observar mamíferos como el Dasyprocta punctata (guatusa), que contribuyen al mantenimiento de los ecosistemas a través de su papel en la dispersión de semillas. Dada la importancia ecológica y económica de estas especies, es fundamental que el desarrollo en la región siga estrategias sostenibles, que no alteren los ecosistemas que sirven de hábitat para esta biodiversidad clave. La conservación de estos hábitats es vital no solo para la preservación de las especies, sino también para el bienestar de las comunidades que dependen de los servicios ecosistémicos y el ecoturismo.

Se llevó a cabo un evento el sábado 21 de septiembre de 2024, en el Salón de la Cultura de Puerto Viejo, Limón, Costa Rica, para presentar los resultados del proyecto a los actores clave y a la comunidad en general. Este encuentro tuvo como objetivo compartir los hallazgos y avances del proyecto, fomentar el diálogo y la colaboración entre los diferentes participantes, y resaltar la importancia de la conservación de la biodiversidad en la región. La asistencia fue diversa, incluyendo miembros de la comunidad local, representantes de organizaciones no gubernamentales, autoridades locales y otros interesados en la sostenibilidad y el desarrollo de la zona. El evento fue una plataforma valiosa para fortalecer el compromiso colectivo hacia la protección de los ecosistemas y la promoción de prácticas sostenibles en la región.

Imagenes del Evento de Presentación de Resultados del Proyecto "TDIA".

Carlos Saito y Hanzel León fueron los miembros de Costa Rica Flying Labs que ejecutarón este proyecto.

Expresamos nuestro más sincero agradecimiento a WeRobotics por su apoyo continuo a lo largo de este proyecto. Su colaboración ha sido clave para el éxito de nuestras iniciativas, brindándonos tanto el conocimiento especializado como los recursos necesarios para impulsar la conservación y promover un manejo sostenible de los ecosistemas.

Agradecemos profundamente a la Asociación Guardianes del Bosque por su invaluable apoyo logístico y por facilitar la ejecución de este proyecto. Confiamos en que la información detallada obtenida a través de los drones les permitirá tomar decisiones estratégicas y bien fundamentadas, contribuyendo de manera decisiva a la conservación y al manejo sostenible de los ecosistemas locales.

Costa Rica Flying Labs y Green Xpo Labs están dedicados a la conservación de la biodiversidad y la protección del medio ambiente en Costa Rica. Colaboran estrechamente en iniciativas que promueven el uso de tecnologías avanzadas y enfoques innovadores para el manejo sostenible de los recursos naturales.

Mapa de ubicación y delimitación de la región de Gandoca-Manzanillo y Sixaola - Fuente: Museo Nacional Costa Rica

Esta imagen fue capturada a 150 metros de altura en la fecha del proyecto. Se puede observar claramente que la deforestación continúa siendo un problema en la zona, afectando negativamente a biodiversidad local.

Imagen Aérea de Playa Cocles -  @Hanzel León 

Ateles geoffroyi -  @Hanzel León 

Alouatta palliata -  @Hanzel León 

Ara macao -  @Hanzel León 

Ramphastos ambiguus -  @Hanzel León 

Vista de las diversas especies de arboles que se encuentran en este lugar.

Las quebradas en esta región no son caudalosos; durante la época seca, se reducen a pequeñas corrientes de agua que fluyen hacia el manglar. Por esta razón, es fundamental evitar cualquier alteración o modificación de estos cuerpos de agua, ya que su integridad es crucial para mantener los procesos ecológicos que sustentan el manglar.