Turismo y Conservación en el sector norte de Valparaíso

Las playas de Quintero, Puchuncaví, Zapallar, Papudo y La Ligua experimentan todos los veranos los efectos de un turismo social y masivo que se manifiesta por la presencia de visitantes en su gran mayoría de la zona central del país, donde existe la mayor concentración demográfica. Los turistas, todos los años, muestran un aumento progresivo a pesar de la congestión y saturación de los recursos turísticos disponibles del litoral central, lo que provoca muchas veces efectos negativos sobre los ecosistemas naturales y la conservación de especies, lo que hace que los visitantes emigren hacia otros territorios costeros menos congestionados (Portal, Espinoza & Carreño, 2014).

Uno de los atractivos turísticos más valorados en Chile son los paisajes naturales con sus diferentes ecosistemas. A continuación, en el primer mapa, se puede ver cuales son los principales humedales a lo largo del territorio costero, los sitios prioritarios, Santuarios de la Naturaleza y las iniciativas privadas que se han levantado para la conservación.

El Santuario de la Naturaleza Bosques Las Petras de Quintero es uno de los puntos de interés de la comuna. Este se ubica en la localidad de Loncura, al interior de la Base Aérea comunal y comprende una superficie de 42 hectáreas. Corresponde a un bosque relictual que alberga una gran diversidad de especies, destacando la petra, el canelo el peumo y el lun, además de 60 tipos distintos de aves y mamíferos. Las aguas subterráneas que afloran permiten el desarrollo de la vegetación de estilo valdiviano.

La Isla de Cachagua, ubicada en la comuna de Zapallar, fue declarada Santuario de la Naturaleza en 1979. El islote tiene una superficie de aproximadamente 4,5 hectáreas y se ubica frente al balneario de Cachagua a solo 100 metros de la costa. Este espacio se caracteriza por ser uno de los cinco lugares más importantes para la nidificación del pingüino de Humboldt, que en Chile su estado de conservación es vulnerable. Se estima que la isla concentra el 15% de los ejemplares a nivel nacional y un 10% del total mundial. Los turistas solo pueden acercarse a la isla a través de pequeñas embarcaciones desde las cuales pueden apreciar y fotografiar el paisaje natural.

El bosque relicto de la comuna de Zapallar es un ecosistema mediterráneo muy valioso, declarado sitio prioritario de conservación y “hotspot” para la biodiversidad. Se destaca por ser una iniciativa desde el sector privado para la conservación. Los esfuerzos por conservarlo se originaron el 2001 cuando una inmobiliaria logró aprobar un mega proyecto en el cerro El Boldo, con más de 166 departamentos. Finalmente, el proyecto no cumplía con el plan regulador comunal y no se materializó, lo que abrió la puerta para que las autoridades municipales convocaron a la ciudadanía a un plebiscito el 2003, donde más de 3.350 personas votaron a favor de la protección del ecosistema. El sitio actualmente se encuentra equipado con senderos, puentes y miradores para los visitantes.

Otro Sitio Prioritario para la Conservación es la Cordillera El Melón. Esta se encuentra al noroeste de Valparaíso, entre Petorca y Cabildo, limitando con La Calera y Catemu al sur y al norte con La Ligua y Cabildo. Su largo es de aproximadamente 47 kilómetros y está conformada por más de 40 cotas de más de 2.000 m.s.n.m. Su valor radica en la vegetación, ya que esta geoforma constituye un corredor biológico de flora y fauna. Es hábitat del Bosque Esclerófilo Costero, el cual presenta una gran variedad de especies endémicas que se encuentran en estado crítico de conservación. En detalle, el sitio presenta más de 133 especies endémicas con al menos 13 especies amenazadas. En cuanto a la fauna, se han registrado 22 especies endémicas con 14 especies amenazadas (Brito-Rozas & Flores-Toro, 2004).

En el mapa anterior se muestran cuales son los atractivos y circuitos turísticos del sector. Estos pueden ser tanto paisajes naturales como playas y lagunas, como también ferias costumbristas y museos característicos de la cultura popular de las localidades.

Como último punto, cabe destacar que los esfuerzos por conservar se ven rápidamente opacados por el avance inmobiliario, el caso del cerro El Boldo en Zapallar es una de las pocas excepciones que hay en donde prevalecen los intereses de los ciudadanos por sobre las inmobiliarias. Finalmente, estas empresas tienen al turismo como el motor de sus actividades, lo que afecta fuertemente a los ecosistemas costeros como los humedales y las dunas, ricos en biodiversidad y beneficios para la personas y el planeta (Martínez, Arenas, Bergamini & Urrea, 2019).