Volcán Cotopaxi

Mapa potencial del peligro volcánico asociado al volcán Cotopaxi

1. Información General

El Cotopaxi es un gran estratovolcán ubicado en la Cordillera Real de los Andes del Ecuador, a 50 km al sureste de Quito y 50 km al nor-oriente de Latacunga. Durante su historia ha producido dos tipos de erupciones: 1. Andesíticas (erupciones moderadas ocurridas durante los tiempos históricos en que predominan magmas andesíticas). 2. Riolíticas (erupciones prehistóricas de gran magnitud y extensión en que el magma tiene alto % de sílice (riolita)). Por esto se dice que es un volcán de carácter bimodal. El edificio volcánico del Cotopaxi ocupa en su base un área de 16 por 19 km y alcanza una altura de 5 897 metros sobre el nivel del mar (msnm). Desde aproximadamente los 5000 m de altura, el volcán está cubierto por un importante casquete glaciar cuya área total es ~11,15 km 2  (B. Cáceres, INAMHI, Comm. Pers., 2015). Por debajo de los ~5 000 msnm el cono está cubierto por enormes acumulaciones de ceniza, arena, bloques y escombros

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Mapa1. Mapa regional del volcán Cotopaxi

1.1 Breve Historia Eruptiva

Desde 1532 el Cotopaxi ha presentado 13 erupciones importantes, debiendo destacarse las de 1534, 1744, 1768, 1854 y 1877, durante las cuales se generaron caídas de ceniza de pómez y escoria, flujos piroclásticos y flujos de escombros y lodo (lahares). Estas erupciones afectaron severamente las áreas aledañas y distales al volcán, causando importantes daños a propiedades, pérdidas de vidas humanas y de animales, así como crisis económicas regionales. El volcán Cotopaxi actualmente experimentó una nueva fase eruptiva en 2015, y que hasta la fecha ha producido caídas de cenizas leves, cuyos volúmenes son calificados como una erupción VEI = 1 (Índice de Explosividad Volcánica) con menos de 1 millón de m3 de ceniza arrojada. Además ha producido lahares secundarios.

Figura 1. Volcán Cotopaxi visto desde el Norte.

Uno de los mayores peligros relacionados con una futura reactivación del volcán Cotopaxi es la posibilidad de que se formen grandes y destructivos lahares. Los lahares primarios de mayor alcance estarían generados por flujos piroclásticos o flujos de lava que provoquen la fusión súbita de importantes porciones del casquete glaciar del volcán. Los lahares pueden alcanzar grandes volúmenes y cubrir extensas áreas (Mothes, 1992; Mothes et al., 2004; Mothes et al., 1998 y Mothes and Vallance, 2015), afectando importantes obras de infraestructuras y zonas densamente pobladas, incluso si éstas se encuentran ubicadas hasta decenas de kilómetros aguas abajo del volcán. Es el caso de las ciudades de San Rafael y Sangolquí, ambas ubicadas en las riberas del Río Pita y Sta. Clara. Los flujos piroclásticos de las erupciones andesíticas (color rojo intenso representado en el mapa) generalmente han recorrido distancias cortas (<15km) desde el cráter del Cotopaxi, por lo que presentan un peligro para las personas quienes habitan muy cerca al volcán. En cambio los flujos piroclásticos de las erupciones riolíticas (color rosado pálido representado en el mapa) han llegado casi hasta Pasochoa al suroeste del cono, por el cauce del Río Pita. Por otra parte, las caídas de ceniza relacionadas con las erupciones andesíticas del Cotopaxi, tanto históricas como prehistóricas, han afectado principalmente los sectores ubicados al suroeste, oeste y noroeste del volcán, dejando importantes acumulaciones de cenizas fina, arena, escoria y piedra pómez. Las caídas de ceniza relacionadas con erupciones riolíticas del Cotopaxi siempre tuvieron un alcance mucho mayor; por ejemplo, dichas erupciones dejaron importantes depósitos de cenizas riolíticas en la zona de Quito, Sigchos y en el callejón Interandino.

En los últimos 25 años se han realizado estudios detallados de cartografía geológica, estratigrafía, análisis químicos de las rocas y dataciones de radiocarbono en los depósitos del Cotopaxi, con lo cual se ha podido identificar y establecer claramente el carácter eruptivo bimodal del volcán (Hall y Mothes, 2008; Garrison, et al., 2011; Pistolesi et al., 2011). Desde hace varias decenas de siglos el volcán Cotopaxi se encuen tra en una fase de erupciones andesíticas; así es muy probable que su actividad futura sea de magnitud moderada (VEI 3) o grande (VEI 4-5). Estas erupciones podrían ser muy destructivas, dada la importante población que habita las zonas de peligro, particularmente a lo largo de los ríos por donde transitarían los lahares y en los sectores donde se daría la mayor acumulación de ceniza. En resumen, durante los últimos 2000 años, incluyendo la época histórica, el Cotopaxi se ha caracterizado por los estilos eruptivos descritos a continuación. Es importante conocer estas formas de erupción porque en la actividad futura del Cotopaxi se repetiría similares estilos eruptivos:

1.2 Estilos eruptivos del volcán Cotopaxi

1.2.1 ERUPCIONES LEVES (VEI 1-2) de tipo “Estromboliano”, cuyas columnas de ceniza posiblemente ascendieron unos pocos kilómetros sobre el nivel del cráter. Estas erupciones formaron fuentes de lava, sostenidas a semi-sostenidas, expulsaron bloques y proyectiles balísticos, y generaron nubes de ceniza pequeñas. Además, se pudieron producir explosiones más fuertes tipo “Vulcanianas”, cuyas columnas de ceniza pudieron llegar hasta 1-4 km por encima del cráter. En los dos casos, los volúmenes de magma expulsados deben haber sido pequeños. Existe la posibilidad de que se formaran pequeños lahares por un descongelamiento limitado del glaciar o por la removilización de las cenizas por el arrastre de aguas lluvias (lahares secundarios)

Figura 2. Esquema y fotografía de el escenario 1

1.2.2 ERUPCIONES QUE RESULTAN EN LA EMISIÓN GRADUAL DE UN FLUJO DE LAVA (VEI 2-3) y una caída de ceniza limitada (erupción de 1853-54). En este caso se trató de un magma mayormente desgasificado y, por lo tanto, menos explosivo. También pudieron producir pequeños flujos piroclásticos. En futuras erupciones la ubicación del centro de emisión por donde sale el magma (en el cráter o de una grieta en los flancos), determinará la formación de lahares por fusión parcial del glaciar.

Figura 3. Esquema y fotografía de el escenario 3

1.2.3 ERUPCIONES DE MAGNITUD MODERADA (VEI 3) A GRANDE (VEI 4) en las cuales un gran volumen (0.1 - 1.0 km 3 ) de magma fue expulsado en forma de flujos piroclásticos, enormes nubes de ceniza y eventualmente flujos de lava. Los flujos piroclásticos se produjeron mayormente por procesos de “desbordamiento” de piroclastos desde el cráter (caso de la erupción del 26 de junio, 1877 reportado por Wolf en 1878), o por el colapso de la columna eruptiva. En los dos casos, los flujos piroclásticos se desplazaron por los flancos del volcán, fundiendo varios metros de espesor de la superficie del glaciar y generando grandes lahares. Estas erupciones estuvieron acompañadas por caídas regionales de escoria o pómez gruesa, con acumulaciones de hasta varios centímetros de espesor, particularmente en las cercanías del cono donde las acumulaciones alcanzaron más de 1 metro de espesor.

Figura 4. Esquema y fotografía de el escenario 3

1.2.4 ERUPCIONES DE MAGNITUD SUPER GRANDE (VEI >4) en las cuales un gran volumen (>1.0 km 3 ) de magma fue expulsado en forma de flujos piroclásticos, enormes nubes de ceniza y eventualmente flujos de lava. Los flujos piroclásticos se produjeron mayormente por procesos de colapso de la columna eruptiva, cuya altura alcanzó > 20 km por encima del cráter. En este caso los flujos piroclásticos se desplazaron por los flancos del volcán, fundiendo varios metros de espesor de la superficie del glaciar y generando grandes lahares. Estas erupciones estuvieron acompañadas por caídas regionales de escoria o pómez gruesa, con acumulaciones de hasta varias decenas de centímetros de espesor, particularmente en las cercanías del cono donde las acumulaciones alcanzaron más de 2 metros de espesor. En el sector del Chasqui y Romerillos el depósito de pómez blanca sobrepasa 1 metro de espesor. Este es el caso particular del evento eruptivo de hace aproximadamente 1000 años, el mismo que fue un evento eruptivo excepcionalmente grande.

Figura 5. Esquema y fotografía de el escenario 4

2. Amenazas potenciales

2.1 FLUJOS PIROCLASTICOS:(NUBES ARDIENTES)

Figura 6. Erupción Tungurahua feb, 2014

Estos flujos son mezclas muy calientes (mayor a 200°C) de gases, ceniza y fragmentos de roca, que descienden por los flancos del volcán a gran velocidad (hasta >100 km/h) durante erupciones explosivas. La parte inferior y más densa del flujo se encuentra restringida a los fondos de las quebradas y los valles, mientras que la parte superior, menos densa y más convectiva, forma nubes turbulentas que pueden sobrepasar barreras topográficas y desplazarse sobre los límites de los valles. Los flujos piroclásticos pueden producirse por: el colapso de una columna eruptiva, o por el desborde del material piroclástico acumulado en el cráter, de ocurrir esto varios flancos del volcán podrían ser afectados por este fenómeno.

 Las descripciones de testigos presenciales de la erupción del 26 de junio de 1877 señalan que durante esta erupción el Cotopaxi se asemejó a “una olla de arroz en ebullición”, en la cual los flujos piroclásticos rebosaron todos los bordes del cráter y descendieron por todos los flancos del volcán. En el caso que se forme un domo o un flujo de lava en la cumbre o en los flancos del volcán, existe la posibilidad de generar flujos piroclásticos por el colapso gravitacional del domo o del flujo de lava, los cuales también descenderían rápidamente por los flancos del volcán. 

Mapa 2. Flujos piroclásticos (Peligros proximales) asociados a una potencial erupción del volcán Cotopaxi VEI 3 y 4

2.1.1 Leyenda: Peligros proximales

Zona de mayor probabilidad de impacto: Se representa con el color rojo intenso y corresponde a la zona más próxima al cráter del volcán. Esta zona tiene una alta probabilidad de ser afectada por flujos piroclásticos, flujos de lava y/o lahares en caso de que ocurra una erupción moderada (VEI 3) a grande (VEI 4-5). Existe una alta probabilidad de que suceda una erupción de estas características aproximadamente cada siglo. Esta zona ha sido afectada por tales flujos en erupciones ocurridas durante la época histórica. El último flujo piroclástico producido por el Cotopaxi sucedió en la erupción del 26 de junio de 1877. Dentro de esta zona se encuentran los sitios: El Refugio, Tambopaxi, Salitre, entre otros.

Zona de menor probabilidad de impacto: Se representa con el color rosado pálido y corresponde a las laderas inferiores del Cotopaxi, hasta inclusive los flancos inferiores de los volcanes vecinos, Sinchologua, Rumiñahui y Pasochoa. Esta zona tiene una menor probabilidad de ser afectada por flujos piroclásticos y flujos de lava, en caso de que ocurra una erupción moderada a grande. Pero puede ser afectada si se produce una erupción de mayor magnitud (VEI > 4-5), como sucedió hace 1000 años, cuando el Cotopaxi tuvo un evento explosivo mayor. Una erupción de ese tipo tiene una probabilidad moderada de suceder cada 500 a 1000 años.

 

2.2 FLUJOS Y DOMOS DE LAVA

Figura 7. Flujos de lava en el volcán Tungurahua

Los flujos de lava son derrames de roca parcial o totalmente fundida muy caliente y viscosa, originados en un cráter o en fracturas en los flancos de los volcanes y que han perdido la mayor parte de los gases disueltos en el magma. Estos flujos descienden por las pendientes y quebradas del volcán a velocidades relativamente bajas (< 100 m/h). Por otra parte, los domos son acumulaciones o montículos de lava muy viscosa, mayormente desgasificada, que se forman en un cráter o en fisuras ubicadas en la cumbre o en los flancos superiores del volcán.

En el Cotopaxi los flujos de lava suceden frecuentemente, pero los más recientes han sido limitados a las cercanías del cono

2.3 Flujos de lodo y escombros (Lahares)

Figura 8. Lahares

Lahar es un término usado para describir mezclas fluidas saturadas en agua, altamente concentradas en sedimentos y escombros (rocas, piedra pómez, cascajo, arena, etc.), que se originan en los volcanes y se desplazan rápidamente pendiente abajo por influencia de la gravedad. Estos fenómenos pueden generarse directa o indirectamente por efectos de la actividad volcánica, es decir pueden ocurrir durante una erupción, por ejemplo: fusión de grandes volúmenes de nieve y hielo de los glaciares y/o la liberación súbita de una laguna cratérica, o por procesos secundarios por ejemplo: lluvias intensas, deshielos e incluso eventos sísmicos (Carihuayrazo 1698) que después de una erupción removilizan el material suelto. Estos flujos se mueven ladera abajo por la fuerza de gravedad a velocidades entre 10-70 km/h siguiendo los drenajes naturales. Son fenómenos altamente peligrosos y debido a su alta densidad y velocidad pueden mover y arrastrar objetos de gran tamaño y peso tales como puentes, vehículos, árboles, etc.

 Durante las erupciones históricas del Cotopaxi han ocurrido, al menos, 12 flujos laháricos importantes en el drenaje del rio Cutuchi (zona sur) y 4 por el sistema de los ríos Pita, San Pedro y Santa Clara (zona norte).

Mapa 3. Peligros por flujos de Lahares asociados a una potencial erupción del volcán Cotopaxi.

Leyenda: Flujos de lodo y escombros

Esta zona, de azul oscuro, tiene una alta probabilidad de ser afectada por flujos de lodo y escombro o lahares en caso de que ocurra una erupción moderada a grande (VEI 3-4 o VEI>4). Esta zona ha sido definida en base a los depósitos dejados por el flujo lahárico primario del 26 de junio de 1877 y otros lahares primarios ocurridos durante la época histórica. Las futuras erupciones podrían generar lahares de volumen variable dependiendo del tamaño (VEI) de la erupción. Las erupciones de menor VEI (2-3 caso más recurrente) tendrán menor volumen, altura y extensión, mientras que las de mayor tamaño (VEI4-5 caso menos recurrente) tendrán más altura, volumen y cubrirán más extensión. Sin embargo, se debe destacar que ante cualquier erupción futura, es imposible indicar con anterioridad los límites precisos y el alcance de cualquier flujo lahárico, dado el gran número de factores que pueden modificar el caudal y la velocidad del flujo al momento de la erupción. Generalmente, los lahares primarios estarían restringidos a los cauces de los ríos. No obstante, en los cauces poco profundas en zonas relativamente planas, cuyas orillas son bajas o cuando el volumen de los lahares es muy grande estos podrían desbordarse y alcanzar extensiones laterales importantes. La energía destructiva del lahar será mayor cerca del eje del cauce del río (mayor probabilidad de sufrir el impacto por el lahar), mientras que, a medida que nos alejamos de él, la intensidad destructiva será menor. Dentro de esta zona, algunas de las poblaciones afectadas son Loreto, Pedregal, La Caldera, Rumipamba, Bocatoma, El Ejido de Sangolquí, San Rafael, etc.

2.4 CAÍDAS DE CENIZA Y PIROCLASTOS (CASCAJO)

Durante una erupción los gases y materiales piroclásticos (ceniza, fragmentos de roca y piedra pómez) son expulsados desde el cráter y forman una columna eruptiva que puede alcanzar varios kilómetros de altura sobre el nivel del cráter y mantenerse por varios minutos hasta horas de duración. Los fragmentos más grandes siguen trayectorias balísticas y caen cerca del cráter, mientras que las partículas más pequeñas son llevadas por el viento y caen a distancias mayores, cubriendo grandes áreas cercanas al volcán con un manto cuyo espesor es variable y puede medir desde pocos milímetros hasta más de 1 metro. La peligrosidad de este fenómeno está en función del volumen de material emitido en la erupción, la intensidad y duración de la misma, la distancia al centro de emisión, la dirección y velocidad del viento.  

Mapa 4. Cenizas Cotopaxi

Las caídas de material piroclástico siempre han sido importantes durante las erupciones del Cotopaxi, a veces alcanzando varios centímetros de acumulación en zonas habitadas, especialmente en el Callejón Interandino al oeste, noroeste y suroeste del cono, debido a la dirección de los vientos predominantes.

Caídas de piroclastos: El mapa muestra el caso de una erupción escenario III moderadas (VEI 3) a grandes (VEI 4), en cada cuadrícula se muestra las probabilidades de diferentes espesores, por ejemplo las zonas cercas al volcán podría ser afectada por caídas de piroclastos con un espesores de 25cm. Las áreas potencialmente más amenazadas en este mapa incluyen Pastocalle, Chaupi, Boliche, Tiopullo, entre otras. Las zonas un poco más alejadas podrían ser afectada por una caídas de ceniza con espesores entre 5 a 25 cm. Las áreas potencialmente más afectadas en este mapa incluyen Machachi, Pedregal, Aloasí, entre otras. Con forme se aleja el espesor disminuyen. En caso de erupciones pequeñas a moderadas (VEI 2-3), los espesores serían menores. Las acumulaciones de ceniza dependen de la dirección y la fuerza de los vientos durante el evento (período) eruptivo. Vale destacar que en zonas alejadas del volcán, como la ciudad de Quito, se produjeron caídas de ceniza fina de entre 1 a 2 cm. de espesor en las erupciones de 1768 y 1877, de acuerdo con las crónicas históricas. De igual forma Santo Domingo de los Colorados, igual como otras áreas costeñas pueden recibir pequeñas cantidades de ceniza fina. El mapa muestra el resultado de 120 simulaciones, una por mes por un periodo de 10 años, de esta manera se considera los diferentes direcciones de los vientos. Haciendo clic en el mapa se muestra los valores de las probabilidades para los diferentes espesores, una probabilidad del 100% significa que en todas las simulaciones hubo al menos ese espesor de ceniza. Un valor mínimo de 0 significa que en al menos una simulación, no se registró caída de ceniza en ese lugar y el valor máximo, que en al menos una simulación se registró ese espesor en milímetros.

2.5 AVALANCHAS DE ESCOMBROS

Figura 9. Mount St Helens

 Son productos de grandes deslizamientos que afectan los edificios volcánicos y se transforman en flujos muy rápidos que se mueven pendiente abajo debido a la gravedad. Este tipo de fenómeno puede deberse a la formación de un criptodomo (intrusión magmática en un flanco del edificio volcánico), un sismo cercano y fuerte, o al debilitamiento de la estructura interna del volcán provocado, por ejemplo, por una marcada alteración hidrotermal.

 

Figura 10. Esquema de cómo se produce una avalancha

El colapso del edificio vocánico puede estar acompañado a veces por actividad magmática, caracterizada por explosiones de extrema violencia (“blast”) que generalmente están dirigidas en la misma dirección del colapso. Como resultado, se forma un anfiteatro o depresión en el cono conocida como cicatriz de deslizamiento y además un amplio campo de cientos de colinas de forma redondeada (hummocks) y dispersas al pie del volcán

Las avalanchas de escombros son muy rápidas (>200 km/h), móviles y arrasan con todo lo que se encuentre a su paso. Numerosos volcanes del Ecuador continental, incluyendo el Cotopaxi, han sufrido al menos en una ocasión en su historia geológica, un evento de este tipo. Sin embargo, vale notar que son eventos raros y su recurrencia está en el rango de los miles a decenas de miles de años en la vida de un volcán.

Mapa 5. Avalanchas de escombros volcán Cotopaxi

Leyenda: Avalanchas de escombros: La línea azul entrecortada muestra el límite del área que podría ser afectada por una avalancha de escombros en caso de que ocurra un colapso del flanco occidental del volcán, como lo sucedido hace 5000 años en los flancos norte y nororiental del volcán. La probabilidad de repetirse un evento de este tipo es extremadamente baja.

2.6 GASES VOLCÁNICOS

Figura 11. Emisión de gases del volcán Cotopaxi

Los magmas (roca parcialmente fundida) contienen gases disueltos, dichos gases proporcionan la fuerza motriz que causa las erupciones volcánicas. Cuando el magma asciende a la superficie la presión disminuye, esto permite que los gases se liberen de la porción líquida del magma y viajen hacia arriba para finalmente ser liberados a la atmósfera (USGS, 2016).

El gas volcánico más abundante es el vapor de agua, que es inofensivo. Sin embargo, otros gases tales como el dióxido de carbono (CO 2 ), dióxido de azufre (SO 2 ), sulfuro de hidrógeno (H 2 S) y haluros de hidrógeno también pueden ser emitidos desde los volcanes. En función de sus concentraciones estos gases son potencialmente peligrosos para las personas, los animales y la agricultura (USGS, 2016). Antes, durante y después de una erupción los volcanes emiten cantidades importantes de gases.

 

3. Mapa de peligros

Mapa 6. Peligro volcánico asociado al Cotopaxi

Este mapa constituye la re-edición del “Mapa Regional de Peligros Volcánicos Potenciales del Volcán Cotopaxi, Zona Sur” (Hall et al., 2004). La presente reedición es producto de mayor trabajo de campo realizado durante la última década por parte del personal del Instituto Geofísico de la Escuela Politécnica Nacional y otros profesionales. Debido a su escala (1:50 000), este documento se presenta como un instrumento de planificación regional, dirigido a las autoridades, encaminado a la toma de decisiones y la gestión del riesgo en caso de una eventual erupción del volcán Cotopaxi. Las investigaciones de este trabajo están basadas en el reconocimiento en el terreno de los depósitos del lahar generado por la última erupción importante del Cotopaxi, ocurrida el 26 de junio de 1877, así como de otros eventos lahárico ocurridos durante la época histórica. Además, se destaca el reconocimiento de los depósitos de flujos piroclásticos y caídas de ceniza.

Se debe aclarar que los límites de las zonas de amenaza volcánica son aproximados y que de ninguna manera constituyen límites absolutos porque son referenciales. Esto se debe a que los fenómenos eruptivos pueden variar enormemente en su magnitud, su alcance, su volumen, y por lo tanto en su extensión lateral y longitudinal, particularmente si un flujo lahárico está desviado por árboles, muros, puentes, edificios y otras obras de infraestructura que obstruyan el cauce del río o generen represas temporales. Finalmente, las autoridades parroquiales, cantonales, provinciales y nacionales deben hacer conciencia de la amenaza potencial existente en caso de que se presente un nuevo período eruptivo del volcán Cotopaxi.

3.1 Vista 3d del volcán y sus peligros

Mapa 7. Volcán Cotopaxi en 3D y sus peligros asociados

4. Población en la zona de peligros proximales

En las zonas con potencial afectación se encuentra la capital de provincia, Latacunga, que cuenta con una población de 77,059 habitantes según el último censo de 2021, así como tres cabeceras cantonales, 14 cabeceras parroquiales y 12 localidades amanzanadas. Sin embargo, no todas las poblaciones enfrentarán el mismo nivel de impacto. Por ejemplo, en localidades como Baños, Cumbayá y Tumbaco, podría producirse un aumento en los caudales de los ríos con riesgo de desbordamiento, aunque con una afectación menor en comparación con zonas como Latacunga, Salcedo y Sangolquí. A pesar de ello, se incluyen estas áreas en el análisis, ya que incluso pequeñas afectaciones podrían generar malestar en la población..

Entre las ciudades y los poblados, la población total es de 464263 habitantes, según el censo 2021. En los sectores que se intersecan total o parcialmente la población es de 195437 personas, existen 66578 casas y departamentos, 10389 viviendas de otro tipo (ranchos, covachas, chosas, cuartos) y 227 viviendas de tipo colectivo (hospitales, conventos, iglesias, cuarteles, ...), la población con servicios básicos es de 142295 (en 43486 viviendas) y sin servicios básicos de 43486 el restante de 9658 no se dispone de este dato.

Ciudades y poblados dónde al menos en una parte de ellos existe una potencial afectación por lahares o peligros proximales ante una erupción del volcán Cotopaxi.

Población en las zonas de peligros proximales del volcán Cotopaxi. Se muestran los poblados y sectores censales (censo 2021) que se intersecan en algúna zona por pequeña que sea con los potenciales peligros del volcán

Haciendo clic en los polígonos con linea negra y azul del mapa, se presentan los datos de población y vivienda de los poblados y sectores censales respectivamente.

Población y vivienda de las ciudades y poblados que podrían verse afectados de alguna manera ante una potencial erupción importante del volcán Cotopaxi. No se incluyen ciudades alejadas como Esmeraldas que podrían subrir inundaciones por crecidas de los caudales de los ríos.

@ IG-EPN

Mapa de Amenazas del Volcán Cotopaxi, para la Zona Oriental (2017), Vásconez, F., Sierra, D., Almeida, M., Andrade, D., Marrero, J. M., Mothes, P. A., Bernard, B., & Encalada, M.

Mapa Amenaza Volcánica Cotopaxi Norte (2016), Mothes, P., Espín Bedón, P., Hall, M. L., Vásconez, F., Sierra, D., & Andrade, D. (2016).

Mapa Amenaza Volcánica Cotopaxi Sur (2016), Mothes, P., Bedón, P., Hall, M.L., Vásconez, F., Sierra, D., Córdova, M.D., Santamaría, S.

Figura 1. Volcán Cotopaxi visto desde el Norte.

Figura 2. Esquema y fotografía de el escenario 1

Figura 3. Esquema y fotografía de el escenario 3

Figura 4. Esquema y fotografía de el escenario 3

Figura 5. Esquema y fotografía de el escenario 4

Figura 6. Erupción Tungurahua feb, 2014

Figura 7. Flujos de lava en el volcán Tungurahua

Figura 8. Lahares

Figura 9. Mount St Helens

Figura 10. Esquema de cómo se produce una avalancha

Figura 11. Emisión de gases del volcán Cotopaxi

Población y vivienda de las ciudades y poblados que podrían verse afectados de alguna manera ante una potencial erupción importante del volcán Cotopaxi. No se incluyen ciudades alejadas como Esmeraldas que podrían subrir inundaciones por crecidas de los caudales de los ríos.