Gardí Sugdub, los migrantes climáticos de Panamá

Las vulnerabilidades que deja al descubierto el aumento del nivel del mar

El pueblo Guna: los primeros migrantes climáticos de Panamá

En Panamá, una nación con 2,988 kilómetros de costa en ambos océanos, según datos publicados por el Ministerio de Ambiente y analizados por el Observatorio de Riesgo Urbano (ORU) de la Florida State University y Esri Panamá, indican que entre el 2 y el 3% de la superficie terrestre existente en la actualidad, se verá afectada por el aumento del nivel del mar para el 2050.

Una de las regiones que más tempranamente ha empezado a sentir el impacto de este fenómeno es la comarca indígena de Guna Yala. Los impactos son más notables en esta comarca debido a su localización en el Mar Caribe donde, según datos de la Organización Metereológica Mundial (OMM), el aumento del nivel del mar ha sido superior al promedio mundial de 3.3 milímetros anuales.

Gardí Sugdub: el epicentro de un cambio originado por el aumento del nivel del mar

La primera comunidad en tomar la iniciativa de trasladarse a tierra firme en la comarca Guna Yala ha sido Gardí Sugdub, pequeña isla, con 300 metros de largo por 125 metros de ancho, a solo 1 metro sobre el nivel del mar y con unos 1,054 habitantes según el censo de 2023.

Gardí Sugdub se une así a las más de 400 comunidades en 78 países en el mundo que deben ser relocalizadas debido al peligro de desastres relacionados con el cambio climático. El 38% de estos casos de relocalización forzada se encuentran en las Américas.

Identificando la magnitud del desafío climático y social

De las 82 comunidades existentes en la comarca Guna Yala, 21 tienen entre el 90 y el 100% de su superficie amenazada por el aumento del nivel del mar al 2050, comprendiendo este grupo unas 37 hectáreas y una población de 6,755 habitantes según el censo de 2023.

En el caso de las comunidades que tienen entre el 50 y el 89% de su superficie amenazada por el aumento del nivel del mar, este grupo incluye una población de 5,469 habitantes, una superficie de 24 hectáreas y 13 comunidades.

Otras comunidades afectadas por el aumento del nivel del mar al 2050

Entre las comunidades que tienen entre el 90 y 100% de su superficie amenazada se encuentran, Achuerdup, Nalunega, Icodup, Wagsailatupu, Nugarachuerdup, Mandi Ubigantup, Carti Yandup, La Boca, Waylidup, Ukuptupu y Gardí Sugdub.

El tamaño de las comunidades afectadas oscila entre los 200 metros cuadrados y las 2 hectáreas de superficie.

Gardí Sugdub es una de las comunidades de mayor tamaño dentro de los territorios afectados, con unas 3.5 hectáreas de superficie.

Un efecto, múltiples factores: la multidimensionalidad del aumento del nivel del mar

El aumento del nivel del mar, no es un fenómeno unidimensional. Por el contrario, se alimenta de la interacción con otros fenómenos naturales como, la ocurrencia de fenómenos de El Niño o de olas de calor.

Un reciente estudio publicado por la Universidad Politécnica de Hong Kong (2024), indica que, "la concurrencia de olas de calor y eventos extremos en el mar en un mismo sitio constituye un evento compuesto emergente que ha registrado un incremento en su ocurrencia entre 1979 a 2017."

De esta forma, el aumento de global de las temperaturas conllevaría mayores presiones ambientales para los moradores de la zona costera e islas de la comarca Guna Yala en el futuro.

Los Principios de la Península de 2013: una guía para la relocalización de comunidades vulnerables

Los Principios Península de 2013 son "el primer instrumento jurídico internacional sobre los derechos de las personas desplazadas por el clima y las obligaciones de los Estados y la comunidad internacional hacia ellas. Proporcionan orientación integral sobre la mejor manera de abordar el desplazamiento climático para todos los involucrados".

Estos principios "toman en consideración que se espera que las comunidades individuales desempeñen un papel fundamental a la hora de organizarse y delinear sus necesidades futuras con respecto a una amenaza de desplazamiento climático inminente, o siempre presente".

La tierra: su disponibilidad y planificación como el gran desafío

Displacement Solutions, ong que ha visitado en reiteradas ocasiones la comarca Guna Yala desde 2014 indica que, “será la tierra la que en última instancia estará en el centro de la mayoría de las políticas diseñadas para abordar las consecuencias del desplazamiento climático; la gente perderá tierras y necesitará nuevas tierras para empezar de nuevo sus vidas.”

Ante tal eventualidad, los Principios de la Península indican que es necesario, “antes de cualquier reubicación, se prepare un plan maestro de reubicación que aborde asuntos críticos que incluyen: i) adquisición de tierras; ii) la preservación de las instituciones sociales y culturales existentes y de los lugares de los desplazados climáticos; iv) acceso a servicios públicos", entre otros aspectos.

La relocalización de Gardí Sugdup: un proceso lento y lleno de incertidumbre

Un reporte publicado por Human Rights Watch en 2023 es enfático en señalar que, “el proceso de reubicación se ha caracterizado por obstáculos y retrasos. El historial del Gobierno es poco convincente: en 2011, el MINSA prometió un hospital de referencia cerca del lugar; en 2012, el MEDUCA, con financiación del BID, prometió una escuela modelo; y en 2017, el MIVIOT prometió 300 viviendas. Todos los proyectos se han iniciado, pero ninguno se ha completado”. Hasta el momento, ninguna persona de la comunidad de Gardí Sugdub ha sido relocalizada al nuevo emplazamiento, y las infraestructuras se encuentran construidas y sin poder ser utilizadas.

El cambio climático como un reto compartido

La amenaza del aumento del nivel del mar es un reto compartido por al menos 928 comunidades y 700,000 personas en Panamá. En la comarca Guna Yala al menos unas 40 comunidades y 32,000 personas se verán potencialmente afectadas. No en todos los casos se requerirá el desplazamiento de las comunidades, pero si de inversiones y de una planificación que aborde la protección de sus bienes y medios de vida.

De acuerdo con la ong Human Rights Watch,“la reubicación planificada suele considerarse ‘una medida de último recurso’, después de que se hayan intentado todas las estrategias de adaptación in situ, -como elevar las viviendas o construir diques-, y se hayan descartado como inadecuadas".

2050: un horizonte no tan lejano

El 2050 aún parece una fecha muy lejana. Lo era en 1983 cuando se identificaron las primeras señales del aumento del nivel del mar en Panamá, y aún lo era en 1998 cuando se confirmaron. El 2010, -cuando los habitantes de Gardí Sugdub decidieron trasladarse a tierra firme-, parece que fue hace poco, y ahora en 2023, estamos a medio camino entre el pasado y el futuro. Sin embargo, la historia plasmada en este artículo cuenta, como, todavía, después de 40 años de advertencias, no estamos preparados para el desafío que nos plantea el cambio climático.

Un compromiso con el acceso a los datos sobre el cambio climático

Los Principios de la Península proponen "llevar a cabo una observación y seguimiento sistemáticos, así como la recopilación de datos detallados sobre el desplazamiento climático presente y futuro. Además, se busca mejorar el intercambio, el acceso y la utilización de estos datos para facilitar la evaluación y gestión del desplazamiento climático".

En un marco de incertidumbre frente al futuro, el Observatorio de Riesgo Urbano de la Florida State University -Panamá y Esri Panamá apuestan a generar herramientas y conocimiento que apunte a facilitar la toma informada de decisiones a los ciudadanos, como una forma de aunar esfuerzos para encontrar soluciones a los desafíos que nos presenta el cambio climático.

Créditos en la elaboración de esta publicación

Organizaciones participantes

Análisis geoespacial, storytelling e imágenes IA de ilustración

Observatorio de Riesgo Urbano /FSU Panamá

Plataforma ArcGIS Online

Esri Panamá